November 16, 2007

11 de noviembre de 2007 - Los riesgos de la fe - Abel Lopez

Hebreos 11:1-10; 39-40; San Juan 20:1, 11-18



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Hace dos semanas atrás, el líder espiritual de ustedes, Frank Alton, me tomo por sorpresa cuando me pidió que viniera a predicar esta mañana. Yo pensé, Frank, ¿No te basta que ya te preste a Jonathan, uno de mis mejores músicos y ahora quiere llevarme a mi también? Frank se echo a reír, parece que me leyó el pensamiento. Yo le dije, esta bien, pero con una condición. Yo tengo que traer conmigo a Dan Cole, mi Director de Música. Excelente! Me dijo Frank, Ahora son dos los que me llevo! Yo no tenia ni la menor idea de que los músicos de Emmanuel y de Todos los Santos iban a guiarnos en nuestro servicio de adoración con una música tan maravillosa. Por favor, démosle un aplauso por sus talentos y su dedicación al ministerio.

Frank y yo somos amigos desde hace ya varios años. Cuando a mí me fueron a ordenar como Sacerdote Episcopal, mi Obispo estaba buscando una Iglesia bien grande para que cupiéramos todos y Frank no dudó un segundo en ofrecer esta Iglesia. Es aquí donde yo fui ordenado y es un gozo muy profundo y conmovedor el poder predicar en este lugar donde un buen día mi vida fue transformada para siempre.

Hace algunos años atrás yo fui parte de un grupo de trabajo que nos pusimos a explorar el uso de un lenguaje e imágenes de Dios más inclusive. Este grupo de trabajo se puso a buscar entre las pocas mujeres en el Nuevo Testamento, hasta que encontramos a Maria Magdalena, una líder y discípula fiel que apoyo el ministerio de Jesús y quien permaneció en la cruz después que otros huyeron. Ella también fue la primera en encontrarse con el Cristo resucitado. Y su historia tiene mucho que enseñarnos sobre la fe, y especialmente cuando como pueblo de Dios, atravesamos momentos de incertidumbre y desconfianza.

La historia de la resurrección según San Juan comienza con estas palabras: “Temprano en el primer día de la semana, mientras aún estaba oscuro, Maria Magdalena vino a la tumba.” (repetir)

Maria Magdalena era una persona poco común. La Biblia nos dice que tenia siete demonios, pero Maria conoció a alguien llamado, Jesús. Ellos fueron compañeros en el ministerio, pero algo sucedió en la vida de Maria. Algo de lo que ella nunca pudo olvidarse. Algo maravilloso y transformador, algo que la cambió por completo. Algo que la elevó y la llevó a convertirse en lo que Dios siempre había deseado para ella. Y entonces ella se acercó a ese Jesús y se quedo junto a él y le fue fiel a ese Jesús y a su mensaje y a sus enseñanzas y a su espíritu, AUN, cuando otros lo abandonaron y huyeron en otra dirección. Yo quiero hablar de Maria porque cuando otros abandonaron a Jesús, Maria Magdalena fue la única que le siguió con su fe.

Temprano en el primer día de la semana, mientras aún estaba oscuro, Maria Magdalena fue a la tumba. Maria parecía estar siempre en desacuerdo, y no al mismo paso que los otros discípulos de Jesús. Ellos iban en una dirección y ella se iba en otra dirección.

Eso me hace recordar las palabras de Henry David cuando dice: Si alguien no mantiene el mismo compás que sus compañeros, es porque quizás esa persona esta escuchando un ritmo diferente. Yo quiero sugerir que Maria estaba escuchando un ritmo diferente. Maria no marcaba los mismos pasos que los otros discípulos, pero si marcaba los mismos pasos del maestro de los discípulos. Maria es alguien que marchaba al toque de un tambor diferente.

Maria era alguien que respondió a un llamado más profundo y que respondió al llamado de Jesús de amar a sus enemigos; bendecir a quienes los maldigan, orar por los que les persiguen. Maria sabia como mantener su fe en medio de las dificultades!

Cuando examinamos cuidadosamente el texto nos damos cuenta que Juan esta tratando de decirnos algo aquí. Escuchen las palabras del texto nuevamente, Juan dice: “Temprano en el primer día de la semana, mientras aún estaba oscuro.”

Si tomamos Juan 20 y lo ponemos al lado de Mateo, Marcos y Lucas y miramos como cada uno de ellos describe lo que sucedió en la mañana de la Resurrección nos resultará muy interesante.
Marcos dice: “Muy temprano en el primer cuando había amanecido.”
Mateo dice: “ En el primer día de la semana cuando amanecía.”
Lucas dice: “ Muy temprano al amanecer.”
Pero Juan dice: Temprano en el primer día de la semana, mientras aún estaba oscuro.”
Okay, O Juan estaba medio dormido o es sonámbulo o simplemente no sabe la diferencia entre el amanecer y el oscurecer o acaso Juan está tratando de decirnos otra cosa aquí?

En el Evangelio de Juan, la luz y la oscuridad, el día y la noche son formas que Juan utiliza para hablar de las potestades de mal. La oscuridad es una palabra que usa para hablar de un tiempo de confusiones, es una forma de referirse a las adversidades y a los tiempos difíciles. Es por eso que cuando Juan describe la misión de Dios en el mundo, Juan dice: “La luz resplandece en las tinieblas y las tinieblas no pueden dominarla.” Es en el evangelio de Juan que Jesús dice: “Yo soy la luz del mundo; quien me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.”Oh! ya entiendo, ya entiendo!

Temprano en el primer día de la semana, cuando aún estaba oscuro, Maria vino a la tumba. En medio de la confusión y la desolación, Maria Magdalena tiene un mensaje ¡Cristo vive! Mis hermanos y mis hermanas, mantengan la fe!

Tener fe significa que cuando enfrentemos las tinieblas y las incertidumbres del futuro creamos que el amor y el poder de Dios nos acompaña hasta cruzar al otro lado de las dificultades. Cuando nos encontremos cerca de nuestra propia tumba- como todos hemos de encontrarnos algún día; cuando nos sentimos inseguros y desalentados y todo en la vida nos parece salir mal, cuando nuestra comunidad enfrenta dificultades y dudas, Maria Magdalena tiene un mensaje para ustedes: ¡Mantengan la fe! Porque ¡Jesús vive!

Mis hermanos y hermanas Maria Magdalena nos ofrece un modelo de liderazgo en medio de las dificultades. Existen dos tipos de personas en el mundo. Un tipo dice: Yo creeré cuando lo vea.” Pero el otro grupo dice: Yo lo creo porque ya lo veo.”

Yo creo que nada sucede en este mundo y en esta Iglesia sin que haya alguien que de un paso al frente y diga: Yo tengo una visión diferente a como son las cosas hoy en día, en el mundo y en mi iglesia. Yo voy a dar mi vida, mis recursos, mis energías para hacer esa visión una realidad. Yo no voy a esperar a verlo para creerlo, yo voy a crearlo porque ya lo veo. Esa es la característica distintiva que hace a un líder tener una visión. Proverbios 29:18 nos dice: “ Donde no hay una visión, la gente perece.”

Hay una historia de un trapecista que iba cruzar la cuerda floja a través de Las Cataratas del Niágara. El avisó a todos que iba a cruzar las cataratas y gente de todos lugares vino a verlo. El tomó su barra de equilibrio y mientras se preparaba para cruzar le grito a la multitud: ¿Ustedes creen que yo puedo cruzar las cataratas? ¿De veras que lo creen?
Ellos respondieron: ¡Si creemos, si creemos!
El trapecista toma la barra en sus manos y cruza las cataratas y regresa. Y ellos respondieron : Bravo, bravo, bravo!
Entonces les dijo: ¿Ustedes creen que yo pueda cruzar las cataratas empujando una carretilla?
¡Claro que si, claro que si, si creemos!

Entonces el trapecista tomó la carretilla, cruza las cataratas y regresa nuevamente.
Y ellos respondieron: Bravo, bravo, bravo!
Una ves más el trapecista les dice: ¿ Ustedes creen que yo puedo cruzar las cataratas, empujando una carretilla pero esta ves con los ojos cubiertos?
Ellos dijeron: ¡Claro que si creemos, ándele pues!
El trapecista se cubre los ojos, empuja la carretilla y cruza las cataratas y regresa nuevamente. Y ellos estaban asombrados: Bravo, bravo, bravo!
Entonces el trapecista les dice: Ahora pues, ¿Ustedes creen que yo puedo empujar la carretilla con los ojos cubiertos y con alguien sentado en la carretilla?
¡Claro que si, por supuesto que lo creemos. ¿De veras creen que yo puedo hacerlo?
¡Claro que si, claro que lo creemos ¿De veras que lo creen?
Si, si lo creemos
Entonces les dijo: ¿Quién se ofrece como voluntario?

¡Mis hermanos y mis hermanas nosotros estamos reunidos aquí hoy porque nos atrevimos a seguir a Maria Magdalena en la carretilla! Maria Magdalena fue esa voluntaria que por su tremenda fe regresó con el mensaje de que Jesús vive aun cuando otros huyeron. Y es por ella y por gente como ella de profunda fe aquí en esta congregación y que no se dan por vencidos antes las dificultades, que nosotros todos podemos gritar hoy, bravo, bravo, el Señor ha resucitado! ¡Aleluya! Mis hermanos y mis hermanas, mantengan la fe! mantengan la fe! Jesús vive! Y esta congregación vivirá! Amen.

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