La Paz de la que cantan los angeles ¿cómo se ve? ¿Se ve como una tarjeta Navideña?
En las tarjetas Navideñas que recibo, todo se ve muy lindo, estrellas brillando en el cielo de una noche templada, angeles volando y proclamando las buenas nuevas. Nos pueden engañar facilmente en creer que la paz de Dios viene cuando todo esta bien en el mundo, los niños comen bien, los trabajadores ganan salarios justos, todas las guerras se acaban, cuando todo esta bien, entonces los angeles abrirán sus alas y volarán por el cielo y nuestros corazones saltarán cuando escuchemos las buenas nuevas que la paz de Dios ha llegado….
Pero cuando leemos el evangelio, la paz que trae Jesucristo tiene un tono diferente. Si, resuena con mi ser, si, claramente viene de Dios, pero es tan contraria a la conveción y expectativas que es dificil reconocerla.
Para la mujer que trabajó en la prostitución, que escanadalizo el anfitrión de una cena extravagante, cuando entro ella y beso los pies de Jesucristo y le hecho perfume mientras que servian el salmon – a ella Jesus le dijo “tus pecados estan perdonados, tu fé te ha salvado, ve en paz.” (Lucas 7:50)
Para la mujer que estuvo excluida por 12 años porque su menstruación la hacía sucia ritualmente, cuando se junto con la gente y se atrevio a tocar el abrigo de Jesus. El instante donde sus dedos tocaron el dobladillo del abrigo– ella sintio que paro la pérdida de sangre, y Jesus sintio que se le fue el poder. La hizo venir hacia el y le aseguro “hija, tu fé te ha sanado, vete en paz.” (Lucas 8:48)
A los discipulos que se fueron a esconder, acurracados en su pena, desconcertados por el arresto de Jesus, aterrorizados por su muerte brutal en la cruz, Jesus vino y estuvo entre ellos y les dijo “sientan mis heridas, - la paz este con ustedes” (Lucas 24:36)
Asi es como la paz viene en el Evangelio. Viene en el medio de la dificultad. Viene en medio de la esperanza y el deseo insoportable, viene cuando las cosas estan de lo menos perfectas. Gracias a Dios. Gracias a Dios que no tenemos que esperar para la perfección para que la paz de Dios entre a este mundo.
Asi que esta noche, cuando las velas esten brillando, celebrando el nacimiento de Jesucristo, cuando cargamos la esperanza para que regrese rápido, vamos a tratar de buscar la paz que nos describe el Evangelio.
Vamos a juntarnos con los angeles en su coro alegre y cantaremos las buenas nuevas en los lugares mas inesperados:
Canta para la mujer cuyo pastor se nego a enterrar a su pareja homosexual;
Canta para el jornalero que espera en la lluvia para que le den trabajo;
Canta para la madre que lleva en sus brazos a su hijo con fiebre en la sala de emergencia;
Vamos a encontrar maneras de cantar las buenas nuevas con todo nuestro ser, todas nuestras vidas—lo que decimos, lo que hacemos, donde gastamos nuestro dinero.
Dejen que la canción de los angeles llene nuestros corazones:
“Gloria a Dios en lo más alto, y paz a toda la gente del mundo”